COLABORA CON EL TRABAJO DE CROSE PARA AYUDAR A LAS FAMILIAS AFECTADAS POR EL TERREMOTO

Desde el día siguiente del terremoto del 12 de enero, CROSE ha movilizado cerca de doscientos voluntarios con el objetivo de brindar acciones de ayuda a la población afectada del departamento: levantamiento de información sobre viviendas destruidas, levantamiento de datos sobre grupos solidarios y puesta en marcha de comités de vecinos en diferentes zonas de la ciudad, registro de eventos, propuestas de acciones de intervención, apoyo al Programa Mundial de Alimentos (PMA) en la distribución de la comida y la puesta en práctica de unidades móviles de salud en la ciudad.

Si quieres colaborar con el trabajo de CROSE pincha aquí

domingo, 31 de enero de 2010

Editorial del segundo Boletín de Emergencia CROSE

El terremoto del 12 de enero ha golpeado el corazón de Haití, Puerto Príncipe, donde se concentran el poder y el poder del Estado, con todas sus infraestructuras simbólicas, el sistema financiero con sus diversas ramificaciones y tentáculos, el mercado con la mayor concentración humana con poder real de compra, los cargos ejecutivos, universidades y colegios, los espacios donde se organizan la producción y los servicios. Puerto Príncipe, la capital política, económica, financiera, académica y cultural, está de rodillas, arrastrando con ella al resto del país. Puerto Príncipe ya no existe, y el día en que podrá levantarse está lejos. A pesar de ello y de la amplitud de la catástrofe y de los retos que la acompañan, necesitamos empezar a pensar en el mañana. Precisamente, ese mañana no puede ser como el pasado.

Esta situación particular, que es como una aceleración de la crisis estructural que vivía este país desde hace mucho tiempo, puede (si hay la voluntad) transformarse en un elemento regenerador, salvador, y conducirnos en definitiva hacia el camino que habíamos abandonado desde 1806, el de la reconstrucción de la nación y la puesta en marcha de un Estado al servicio de esta nación.

El terremoto nos ha puesto a prueba a todos, letrados y analfabetos, la gente de Puerto Príncipe, Leogan o Jacmel de cuna, habitantes de barrios ricos o de barrios populares, puesto que todos nos encontramos en la calle para dormir de forma segura, y todos hemos perdido a un hermano, un amigo, un conocido. “Si nou sanble se ke nou ka renmen, si nou ka renmen se ke nou ka fe yon sel, si nou ka fe yon sel, se ke nou ka fe yon peyi." (Canción ‘Linyon’ de John Steve Brunach). No habíamos tomado el camino correcto, ya que todo parece indicar que estamos pasando de un país en crisis de Estado, crisis de nación, crisis de Estado-nación bajo tutela disfrazada, a un país en mal estado y en ruinas, bajo ocupación. Es tiempo de actuar, de socorrer y de pensar en los heridos, pero también es el tiempo reflexionar para actuar mejor. Porque es la visión de futuro lo que debe orientar y guiar nuestras acciones presentes, so pena de ver condicionado ese futuro. El mañana debe pertenecernos porque la implicancia de los jóvenes nos permite tener esperanzas, y el despertar de las regiones está cercano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario